lunes, 1 de junio de 2015

Declaración

Hacemos del conocimiento público y en especial de la ciudadanía de Comayagua, que el historiador Dr. Mario Felipe Martínez Castillo, como un digno representante de Comayagua y de la historia de honduras,  dono en el año 2005 en condiciones muy especiales, una parte de su casa (Casa Quemada) al Instituto Hondureño de Cultura Hispánica (I.H.C.H), ver enlace 1. (museocastillo.blogspot.com), con el objeto de Instaurar  la  Casa Museo Familia Castillo y el Centro de Investigación de Asuntos Históricos Dr. Mario Felipe Martinez Castillo, lamentablemente a diez (10) años de la donación y a tres años de su sensible fallecimiento,  los objetivos aún continúan sin cumplirse.

La Familia Martinez Castillo, hace saber que llegará hasta las últimas instancias para que se cumpla con los objetivos de la donación establecidos por el historiador Dr. Mario Felipe Martinez Castillo, los cuales  se resumen de la forma siguiente: 

a) En la Casa Museo Familia Castillo, exponer una colección fotográfica y pictórica de sus ancestros, una pintura al Óleo del Historiador, el Premio de Historia otorgada por el Rey Juan Carlos I,  todos los reconocimientos, pergaminos  y  diplomas nacionales y del exterior recibidas por él, más de diez y ocho notas de duelo, nacionales, del exterior y de embajadas, así como un brochure de todas sus obras. (museocastillo.blogspot.com)   y  

b) En el  Centro de Investigación de Asuntos Históricos Dr. Mario Felipe Martinez Castillo, establecer las bases y reglamentos para apoyar y enriquecer la formación académica e investigativa de las presentes y futuras generaciones de  historiadores hondureños, especialmente de la Ciudad de Comayagua.

En el mes de octubre del año 2010, el historiador Mario Felipe Martinez Castillo, consiente del incumplimiento y del engaño del I.H.C.H, de que en un periodo de tres años podría ser inaugurada la Casa Museo Familia Castillo y el  Centro de Investigación de Asuntos Históricos Dr. Mario Felipe Martinez Castillo, fue diluyéndose, al grado que a partir del cuarto año de incumplimiento dejo de ir a los apartamentos que había reservado para uso vitalicio, con el objeto  de estar en ellos y  contribuir al diseño de los diferentes ambientes de la Casa Museo y Centro de Investigación Histórica, pero el significativo deterioro de la casa lo obligo a salirse. Al  quinto año se cayeron techos, paredes internas y una pared colindante con  propiedad ubicada en el lado este, lo cual propicio el saqueo del mobiliario existente, lavamanos, duchas y sanitarios. Ver enlace 2.  (museocastillo.blogspot.com). Fue tal el grado de decepción que el historiador experimento durante esos cinco (5) años que se vio obligado a solicitar al I.H.C.H una reunión con su  Junta Directiva, con el objeto de solicitar la devolución de la casa donada, la Junta Directiva aunque consciente de su incapacidad de cumplimiento,  la denegó.

Hemos leído en el Diario La verdad de Comayagua,  que la municipalidad y el Instituto Hondureño de Cultura Hispánica, pretenden a corto plazo inaugurar el museo para exponer en tres salas denominadas “Sala de Descubridores y Promotores”, “Sala de Conquistadores y Colonizadores” y “Sala La Vida Colonial”, contenidos a exponer que no tienen ninguna relación con los objetivos que el  historiador estableció en el Contrato de Donación, y  consideramos no deberían ser utilizadas para simular una inauguración, que en forma y tiempo difieren  totalmente de los sueños del historiador. ver enlace 1.  (museocastillo.blogspot.com). La familia del donante, ha considerado que esta pretensión es una violación flagrante a los objetivos de la donación y una ofensa a la memoria del historiador, quien tuvo una destacada participación como miembro de la Comisión de Límites en el conflicto fronterizo entre Honduras y el  Salvador,  aportando valiosa documentación que fue analizada por los diferentes miembros de la Cancillería de la Republica  para que Honduras ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda, obtuviera un veredicto favorable, además fue un investigador incansable que nos deja un legado histórico invaluable en la formación de generaciones de universitarios  y a través de más de 30 obras por él escritas. Ver enlace 3. (museocastillo.blogspot.com).
Queremos dejar plenamente establecido que por más de dos años hicimos gestiones por escrito a la Junta Directiva del I.H.C.H y a la alcaldía municipal,  con el propósito de peticionar y proporcionar información para dilucidar  aspectos legales que surgieron a partir  de la firma del Contrato de Donación y para solicitar  a sugerencias de nuestros abogados no se hicieran restauraciones en “Casa Quemada”, mientras los aspectos legales no estuvieran totalmente resueltos, ver enlace 4. (museocastillo.blogspot.com),  hasta la fecha aun siendo hermanos del donante y estar directamente vinculados  a los objetivos de la donación nunca tuvimos  respuesta.

Informamos que después de casi diez años, tanto el Contrato de Donación  como el Contrato de Comodato  continúan sin cumplirse, ver enlace 5. (museocastillo.blogspot.com), es oportuno para el conocimiento público informar lo siguiente: a) Que a partir de la demanda y específicamente desde el martes 21 de mayo del 2015, se ha observado en las áreas interiores de la casa donada un inusitado esfuerzo en trabajos de restauración. b) Que se han ejecutado trabajos importantes de restauración en las áreas de la casa que limitan con el Palacio Municipal y c) Que a pesar de haberse vencido hace año y medio, el plazo  del Contrato de Comodato para restaurar “Casa Quemada”, todavía el deterioro existente es mayor al 30% del área total, y con un grado tan significativo de deterioro que todavía puede apreciarse  techos caídos y paredes colindantes a punto de derrumbarse en el lado norte. Ver enlace 6. (museocastillo.blogspot.com). d) Que existe evidencia escrita, donde se solicitó a Don Carlos Miranda Canales alcalde de Comayagua no invertir en la propiedad donada conocida como “casa Quemada”, mientras no se aclararan los acontecimientos legales que surgieron a partir de la firma del Contrato de Donación, los cuales  se han agravado con el Contrato de Comodato

En tal sentido, la familia Martínez Castillo, informa que la demanda que actualmente está en litigio y cuyo objetivo es lograr los deseos y sueños del Historiador Dr. Mario Felipe Martínez Castillo, continuará su curso legal hasta las últimas instancias.

Los seis (6) enlaces indicados en la declaración, permiten de manera puntual verificar y comprobar documentalmente la verdad histórica, de la presente declaración.

Familia Martínez Castillo

Contenido para el Museo (Fotos,Pinturas y otras)

 

 

 

 

 

 

 

(Enlace 1)


(Enlace 2)

Al  quinto año se cayeron techos, paredes internas y una pared colindante con  propiedad ubicada en el lado este, lo cual propicio el saqueo del mobiliario existente, lavamanos, duchas y sanitarios.

(Fotos hasta Abril 2015)

 

 

 

(Enlace 3) Biografía - Mario Felipe Martínez Castillo

Por Rolando Zelaya y Ferrera

Mario Felipe Martínez CastilloMario Felipe Martínez Castillo nació el 16 de septiembre de 1932 en Comayagua, era el mayor de ocho hermanos, siendo sus padres el doctor Carlos Martínez Palma y doña Mercedes Castillo Cruz. Sus estudios primarios y secundarios los realizó en Guatemala y México. Luego realizó sus  estudios universitarios en Brasil, obteniendo el grado de licenciatura en historia en la Universidad de Río de Janeiro; el grado de maestría  en la Academia de Geografía e Historia  de la Universidad de Parabará, en este país  fue compañero de estudios del destacado historiador latinoamericano Ciro F. Cardoso, y se doctoró en historia por la Universidad de Sevilla en España, especializándose en Historia del Arte Hispanoamericano.

Martínez Castillo fue participe en el proyecto de la Enciclopedia Honduras Nuestro País lanzada al mercado por SIGA Computación en los años noventa.

Estudió historia motivado por su deseo de investigar sus orígenes, su deseo siempre fue “estudiar e investigar” los orígenes y el patrimonio familiar que lo ligaba a su nación; fue el  primer hondureño en obtener un doctorado en historia y convertirse en uno de los representantes del cambio hacia una historia académica y documental dentro de la historiografía hondureña. Era considerado un investigador incansable, cuyo invaluable aporte a la cultura y la defensa de la soberanía está impreso en sus obras y en la carrera de Historia de la UNAH, que él ayudó a fundar; junto a María de los Angeles  Chaverri, Marcos Carías y Ramón Oquelí fue fundador de la Escuela de Historia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. También se recuerda como uno de los organizadores del I Congreso Centroamericano de Historia, celebrado en Tegucigalpa en 1992, en cuya ocasión coordinó la primera edición de la Mesa de Historia Colonial.

Mario Felipe Martínez Castillo
Su labor como investigador de Historia Colonial en los archivos de España y otros puntos de América, sirvió en mucho de base para fortalecer la defensa de los derechos de Honduras frente a los salvadoreños en la Haya en busca de establecer la frontera entre ambas naciones; en este sentido destacarán en el futuro las contribuciones de Martínez Castillo en este proceso: el papel que desempeñó como asesor histórico de la  Cancillería de la República dentro de la Comisión de Soberanía y Fronteras fue vital; estuvo presente en el juicio oral de la sentencia de la Corte Internacional de la Haya, Holanda, donde se dio el veredicto en 1992 a favor de Honduras, siendo una de las figuras claves en la sustentación documental para que Honduras obtuviera un veredicto favorable.

Conversador ameno sobre todo ante una taza de café, con gran sensibilidad humana y dispuesto a enseñar siempre.

Fue reconocido nacional e internacionalmente por dar a conocer la verdad sobre la historia de Elempira, en la cual detalla que fue asesinado por un español que decapitó al héroe nacional. El descubrimiento del escritor confirmó la existencia del indio.  Como infatigable investigador del período y el arte colonial hondureño, dejó una serie de publicaciones que brindan la oportunidad de conocer gran parte de la documentación a la que pocos historiadores hondureños han tenido acceso, de los archivos de España, Guatemala y México.

Entre sus publicaciones destacan “Paternalismo y esclavitud negra en Tegucigalpa”, “La intendencia de Comayagua”, “Documentos inéditos para la historia de Honduras”, “Por las rutas de la plata y el añil” y “Cuatro centros de arte colonial hispano criollo en Honduras”, autor de varios libros, entre los que se cuentan Capítulos sobre el Colegio Tridentino de Comayagua y la educación colonial en Honduras (1968), Apuntamientos para una historia colonial de Tegucigalpa y su alcaldía mayor (1982), Los últimos días de Lempira y otros documentos (1987), Cuatro centros de arte colonial provinciano hispano criollo en Honduras (1992), El paternalismo y la esclavitud negra en el Real de Minas de Tegucigalpa (2004), Temas históricos inéditos de Honduras (2009) y muchos más. Una de las últimas obras del historiador Martínez Castillo es el libro “Forjadores de nuestra identidad”, una investigación de las principales familias de la historia de Honduras.

Mario Felipe Martínez Castillo
En sus últimos años, se convirtió en un compañero del autor de estas líneas en las transmisiones de los desfiles patrios por Televicentro; siempre aprendía de él pero lo que más le admiraba era la humildad con que este intelectual  abordaba las temáticas más complejas de la antigua sociedad colonial.
Una de sus últimas fotografías cuando la Alcaldía presento un libro escrito por él en relación a la misma.

Desafortunadamente, el 30 de julio del año 2012, Honduras pierde a este intelectual, el también catedrático de la carrera de Historia deja en suspenso dos grandes proyectos: dos libros y convertir la casa de sus padres, en la ex capital de Honduras, en un museo familiar: en 2011 Mario Felipe donó su casa en la ex capital de Honduras, Comayagua, a fin de que la misma fuera utilizada para la creación de un museo dedicado a la familia; el inmueble perteneció originalmente al primer gobernador y fundador de Comayagua, capitán Alonso de Cáceres.

(Enlace 3) Biografía Historiador Mario Felipe Martinez Castillo

Los seres humanos hacen su propia historia, aunque bajo circunstancias influidas por el pasado.
KARL MARX 

El historiador  hondureño, Mario Felipe Martínez Castillo,  nació en Comayagua el 16  de septiembre de 1932. Está considerado como uno de los estudiosos de la historia hondureña más importantes del S.XX, sobre todo en el campo de la historia positivista, de la que es el más claro  referente. Este movimiento historiográfico constituyó una importante renovación de los estudios históricos en la Honduras del siglo XX. Su visión de la historia estuvo dominada por un optimismo racionalista propio de esta corriente del pensamiento científico que se ocupa del pasado.

Martínez Castillo   destaca por su formación académica,  realizó sus estudios en Brasil, en donde obtuvo el grado licenciatura en la Universidad de Río de Janeiro y más tarde se doctoró en la Universidad de Sevilla, España, en donde se especializó en Historia del Arte Hispanoamericano.

Mario Felipe Martínez Castillo es un claro heredero de la propuesta teórica que arranca con Leopold Von Ranke, que entendía la historia como un discurso unitario en el que la política jugaba un papel fundamental. Es la Historia la ciencia que justifica el Estado Nación pertinente a la ideología nacionalista y liberal. Para esta enfoque del pasado la historia de las colectividades no es importante y vuelca su trabajo investigativo en las ideas y las vidas de los protagonistas individuales, dejando al margen la historia económica y social.

Sin embargo, es la historia positivista  la que permite comprender los fenómenos sociales,  admite demostrar el significado y la razón del curso mismo de la historia, liberando el conocimiento de nuestro pasado de la fe y de la especulación. Es importante esta primera visión científica de la disciplina pues a partir de ahí se separa el rigor científico de la novela. La historia se hace con documentos a partir del positivismo y  este aporte, sin duda alguna,  sigue aún vigente.

Generalmente se afirma que los historiadores positivistas no se comprometen con su tiempo. Lo cierto es que ésta práctica de la ciencia de la historia nace en el contexto de la formación de los Estados Nacionales y en consecuencia centra el objeto de la historia en las grandes figuras. Son propios de esta corriente de la historiografía ciertas temáticas y se decanta por la investigación política, las batallas, las guerras, los héroes, con un estilo esencialmente narrativo, la historia militar, la diplomática, la institucional y la jurídica.

En este escenario teórico se desenvolvió Martínez Castillo, quien comenzó su carrera como historiador hacia  1966, y desde entonces fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en donde descolló como miembro del grupo de historiadores fundadores de la Carrera de Historia, en 1977, y desde donde contribuyó a la formación de varias generaciones de historiadoras/es, entre las que me cuento yo.  En ese marco participó en el I Congreso Centroamericano de Historia como coordinador de la primera mesa de Historia Colonial.
Se le reconocen sus grandes méritos como  investigador de Historia Colonial en el Archivo General de Indias y el Archivo General de Centroamérica.  Así mismo, en su calidad de asesor de la Cancillería de la República y miembro de la Comisión de Soberanía y Fronteras contribuyó a establecer los límites  fronterizos entre Honduras y El Salvador.

Entre sus obras habría de  destacar entre todas: Capítulos sobre el Colegio Tridentino de Comayagua y la educación Colonial en Honduras (1968), Apuntamientos para una historia colonial de Tegucigalpa y su alcaldía mayor (1982), y el  más destacado de ellos, Los últimos días de Lempira y otros documentos (1987),  Cuatro centros de arte colonial provinciano hispano criollo en Honduras (1992), El paternalismo y la esclavitud negra en el Real de Minas de Tegucigalpa (2004), Temas históricos inéditos de Honduras (2009).

Es necesario remarcar que la concepción de la historia  que él aprendió y guió su labor a lo largo de su vida fue muy conveniente para los fines políticos de unificación del Estado y la Sociedad. Se trata de una historia que sienta las bases para un pensamiento social reflexivo.

Su papel en la búsqueda de las raíces histórico-culturales de nuestros pueblos ha sido notoria. Despertó el interés contemporáneo en la vida de Lempira. De esa manera respondió a la interrogante acerca de si éste personaje fue real  o no. Sus investigaciones aportaron el archivo que ha sido soporte para la reflexión acerca del carácter y la profundidad del dinamismo inherente a la sociedad  contemporánea de Honduras (Barahona, 1990:5).

Sus hallazgos documentaron la resistencia de nuestros pueblos originarios (1524-1539), la cual se manifestó a través de dos perfiles, la pacífica y la militar. Ambas formas de oposición se sirvieron muy bien de la particular geografía de Honduras, específicamente de las tierras altas del interior (Barahona, 2002:83), en donde se organizó una férrea y sangrienta  resistencia a la conquista (Euraque, 2004:48) tal como quedó relatado en los informes de los conquistadores que investigó Mario Felipe.

Martínez Castillo comprendió la trascendencia de las vidas  de los dirigentes aborígenes para nuestra identidad y exploró varios  documentos denominados Probanzas de Méritos de los conquistadores de Honduras,  encontrados por él en el Archivo General de Indias (Martínez, 1997: 25),  gracias a los cuales se ha podido esclarecer las condiciones en que se produjeron las conflagraciones de la resistencia aborigen en contra de la conquista española.

En su libro Los últimos días de Lempira y otros documentos. El conquistador que venció a Lempira, dedicado a la historiadora canadiense Wendy Kramer, quien llamó su atención acerca de la existencia de la  Probanza de Méritos que  comprobaría documentalmente la vida de Lempira, refleja la calidad de la investigación de archivo, que implica muchas horas de lectura a cambio, la mayoría de las veces,  de resultados marginales e insignificantes.

En el supra mencionado texto, el historiador comienza por  situar, brevemente,  el contexto general de la búsqueda documental, relata que,  tras años de búsqueda, encontró escritos que describían las experiencias de  los españoles que  conquistaron Honduras y que libraron sus guerras  entre 1530 y 1540.  Ellos describieron el levantamiento Lenca ocurrido en la Provincia de Gracias a Dios muy lacónicamente, y todos coincidieron en la relación de hechos.

La versión secularmente aceptada acerca de la resistencia aborigen provenía de una Historia de América escrita en  el siglo XVII por el cronista español Don Antonio de Herrera en donde se expone a Lempira como un brillante estratega militar al mando de 30,000 hombres, quien mantuvo durante más de seis meses en jaque a los españoles al mando del adelantado de Yucatán, Don Francisco de Montejo. Es Herrera quien describe la muerte de Lempira como efecto de la traición del español Alonso de Cáceres, quien al no poder matarlo en batalla envía a sus esbirros para que lo asesinen.
Martínez Castillo desvirtúa la anterior versión con una  Probanza de méritos,  en la cual se basa su estudio,    documento  de indudable credibilidad, aportándonos la información acerca de su ubicación:  está catalogado en el Patronato Regio Legajo No. 69, ramo No. 5 del Archivo General de Indias, relación de méritos presentada ante la Audiencia de México, poniendo como testigos a sus compañeros en la guerra que puso fin a la vida del “capitán indígena” que tenía revuelta a la provincia de Cerquín.

El mencionado manuscrito es un  documento judicial fechado en México el 18 de enero  1558. En  él  el conquistador Rodrigo Ruíz se presenta ante la Real Audiencia de la Nueva España, ante su Escribano Real, Antonio de Turcios, así como el interrogatorio ante el Licenciado Alonso de Maldonado.  De ahí que el manuscrito alcance más de 90 folios y sea muy rico en información sobre la invasión española. En el original se tratan diversas materias,  desde la calidad de los conquistadores, la limpieza de sangre, si son cristianos viejos, si poseen casa poblada, la servidumbre con que la mantienen, la calidad de sus familiares y, esencialmente, prueba la fidelidad al Rey.
En él,  Ruíz describe su servicio en las guerras coloniales bajo el mando de Francisco de Montejo, el conquistador de México y América Central.

En la dicha probanza  afirma que Lempira murió en combate con Ruíz y describe cómo éste le cortó la cabeza como prueba fidedigna de la muerte del líder de los lencas. Este documento, además incluye como testigos a Don Diego Alonso de Maldonado y Doña Catalina de Montejo, única hija de Don Francisco.

Como podemos apreciar,  en algunas ocasiones, la laboriosa tarea de rebuscar y extraer información documental puede aportarnos  grandes recompensas. Martínez Castillo puso así en práctica el método filológico que tiene como principal recurso el documento, en este  caso,  el legajo encontrado en el Archivo General de Indias demostró documentalmente la existencia física y las batallas dirigidas por el aborigen lenca Lempira.

Mis recuerdos personales  de Mario Felipe son muy gratos,   fue mi maestro de Historia Colonial en la Carrera de Historia. Él  enseñó a nuestra generación que la historia debe contar lo que sucedió y que debíamos dejar a la poesía el contar lo que debía suceder. A través de su ejemplo también aprendimos  una filosofía de la vida, siempre afable y discreto. De fuertes convicciones políticas, Martínez Castillo fue miembro del Partido Liberal  y tras el golpe de Estado de 2009 se adhirió a las filas de la Resistencia en contra del Golpe de Estado.

A un año de su fallecimiento, acaecida el 30 de julio de 2012,  ésta es mi particular manera de rendir homenaje a su memoria.

(Enlace 3) En Memoria - Mario Felipe Martínez Castillo

Por Rolando Sierra Fonseca    (Historiador y sociólogo)

La muerte de Mario Felipe Martínez Castillo, el día 30 de julio de 2012, significa para Honduras la pérdida del primer hondureño en obtener un doctorado en historia y ser uno de los representantes de la transición hacia una historia académica y documental dentro de la historiografía hondureña.
Nació en la ciudad de Comayagua el 16 de septiembre de 1932. Hijo del doctor Carlos Martínez Palma de origen guatemalteco y la señora Mercedes Castillo Cruz, originaria de la primera capital política de Honduras.

Sus estudios primarios y secundarios los realizó en Guatemala y México. Luego realizó sus estudios universitarios en Brasil, obteniendo el grado de Licenciatura en Historia en la Universidad de Río de Janeiro; el grado de maestría en la Academia de Geografía e Historia de la Universidad de Parabará, en este país fue compañero de estudios del destacado historiador latinoamericano Ciro F. Cardoso, y se doctoró en historia por la Universidad de Sevilla en España, especializándose en Historia del Arte Hispanoamericano.

A lo largo de su vida son variados los aportes que el Dr. Martínez Castillo realizó en el campo de los estudios históricos y del arte en Honduras. En primer lugar, fue uno de los fundadores, en la década de los setenta del siglo XX, de la carrera de Historia en la UNAH, junto con Marcos Carías, Marielos Chaverri y Laura Gálvez, en donde se han graduado cerca de cien nuevos profesionales en este campo del saber. En segundo lugar, el papel que desempeñó como asesor histórico de la Cancillería de la República dentro de la Comisión de Soberanía y Fronteras. Cabe decir que el Dr. Martínez estuvo presente en el juicio oral de la sentencia del Corte Internacional de la Haya, Holanda, donde se dio el veredicto en 1992 a favor de Honduras, siendo una de las figuras claves en la sustentación documental para que Honduras obtuviera un veredicto favorable. En tercer lugar, el Dr. Castillo fue un infatigable investigador del período y el arte colonial hondureño, legándonos, desde ya, una serie de publicaciones que dan a conocer gran parte de la documentación, que pocos historiadores hondureños han tenido acceso, de los archivos de España, Guatemala y México.

Puede decirse que Mario Felipe Martínez, poco a poco, y por su obra será siempre un referente de los estudios coloniales en Honduras. Así en su obra publicada nos ha legado, la referencia a la existencia y la muerte del considerado nuestro primer héroe nacional Lempira en su libro: Los últimos días de Lempira y otros documentos. El conquistador español que venció a Lempira (1987), de igual modo estudió los grupos étnicos prehispánicos en su ensayo Presencia de grupos mexicanos antes y después de la conquista de Honduras (1981), también analizó la presencia de la población negra en Honduras en su ensayo XXXX. Una segunda temática dentro de los estudios fue la historia regional de la Honduras colonial, como puede leerse en sus publicaciones: "Proceso de formación de la Villa de Santa Cruz de Yoro", Revista Historia Crítica, No.2, Carrera de Historia UNAH; "Comayagua durante la Centuria de Fernández de Oviedo", Revista Historia Crítica, No.3; Introducción histórica al pueblo de Quezailica (1993), no obstante en esta temática sobresale el estudio de la Tegucigalpa colonial en su importante texto Apuntamientos para una historia colonial de Tegucigalpa y su alcaldía mayor (1982) y su reciente libro publicado en el presente año Lecturas de Tegucigalpa.

La historia de las instituciones coloniales en Honduras también fueron objeto del quehacer investigativo de Martínez Castillo, como la educación, la salud y el régimen de intendencias en sus publicaciones: Capítulos sobre el colegio tridentino de Comayagua y la educación colonial en Honduras (1967)); La intendencia de Comayagua (2001), Textos inéditos de la historia colonial de Honduras (2009), que junto con sus libros Documentos para la historia de Honduras (1983), y Los forjadores de la identidad nacional (2011) constituyen la base para un acercamiento interpretativo y documental para el conocimiento de la sociedad colonial hondureña. No obstante, fue el estudio del arte colonial latinoamericano y hondureño lo que apasionó a Martínez Castillo, por eso es dable decir que su mayor obra fue, sin duda, Cuatro centros de arte colonial provinciano criollo en Honduras (1992), con la cual obtuvo el premio de estudios históricos Rey Juan Carlos I, que otorga la Embajada de España en nuestro país.

No cabe duda que los historiadores del siglo XXI encontraran en la obra de Mario Felipe Martínez Castillo un punto de partida, en sus fuentes y documentos, para interpretar la sociedad colonial hondureña y su incidencia en el presente. Así como la memoria, de quien ejerció el oficio de la historia con dedicación, compromiso y diálogo permanente con las fuentes.

(Enlace 4) Notas

Queremos dejar plenamente establecido que por más de dos años hicimos gestiones por escrito a la Junta Directiva del I.H.C.H y a la alcaldía municipal,  con el propósito de peticionar y proporcionar información para dilucidar  aspectos legales que surgieron a partir  de la firma del Contrato de Donación y para solicitar  a sugerencias de nuestros abogados no se hicieran restauraciones en “Casa Quemada”, mientras los aspectos legales no estuvieran totalmente resueltos.

 

 

(Enlace 5)

Lo que pretende el I.H.C.H y la municipalidad de Comayagua, exhibir en la  inauguración de la Casa Colonial Familia Castillo, nos hace pensar que haber cambiado los nombres de los objetivos de la donación en el Contrato de Comodato, fue premeditado, ya que se pueden  hacer interpretaciones antojadizas y diferentes a las que quería el Historiador y lo confirma el hecho de querer utilizar piezas de exhibición del “Museo Cabañas”.

Contrato de Donación:

Observación:

De forma categórica se manifiesta que el donante quería que en la Casa Museo Familia Castillo se exhibiera su  legado personal y el de su familia, además él quería que su nombre trascendiera en el tiempo al llamar al segundo objetivo de la donación  “Centro de Investigación de Asuntos Históricos Dr. Mario Felipe Martinez Castillo”.

Contrato de Comodato:

Observación:

Creemos que el I.H.C.H y la municipalidad de Comayagua, están cometiendo abusos  de poder sin precedentes al querer: a) Eliminar el nombre del historiador del “Centro de Asuntos Históricos Dr. Mario Felipe Martinez Castillo”, y b) Pretender quedarse con la parte de la casa que el historiador no dono y que claramente se describe en el Contrato de Donación y Contrato de Comodato.




(Enlace 6)

Área total, y con un grado tan significativo de deterioro que todavía puede apreciarse  techos caídos y paredes colindantes a punto de derrumbarse en el lado norte.

(Fotos Mayo 2015)